Se cuenta la historia de Bella Aurora, una joven de singular belleza, hija única, que asistió junto a sus padres a una corrida de toros en la Plaza de la Independencia, un lugar donde era común celebrar este tipo de espectáculos en aquella época.
El evento comenzó con la salida de un toro negro, imponente y fuerte, que recorrió lentamente la arena, como reconociendo el terreno. Sin embargo, de manera inusual, el toro se detuvo y dirigió su mirada fija y penetrante hacia Bella Aurora, acercándose de forma inquietante.
La joven, aterrorizada por la extraña actitud del animal, se desmayó. Sus padres, alarmados, la llevaron de inmediato a su casa, la número 1028, para intentar calmarla y ayudarla a recuperarse del susto.
Mientras tanto, el toro, al no encontrar a la joven en la plaza, se descontroló, saltó las barreras protectoras y se dirigió furiosamente a la casa 1028. Al llegar, derribó la puerta principal, provocando el pánico entre los criados, y subió directamente a la habitación de Bella Aurora, quien descansaba en su cama. Incapaz de moverse por el miedo, la joven fue embestida brutalmente por el animal.
Tras el ataque, y al escuchar que alguien se aproximaba, el toro desapareció sin dejar rastro. Lamentablemente, nada pudo hacerse por Bella Aurora, quien murió esa misma tarde, bañada en sangre. Sus padres, devastados por la tragedia, enterraron a su hija y abandonaron la ciudad poco tiempo después.
El origen del toro y las razones de su inexplicable agresión hacia Bella Aurora siguen siendo un misterio. Nadie volvió a verlo jamás.
Leyenda tomada de: «GoRaymi«
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